Auster, nº 25, e064, Septiembre 2020. ISSN 2346-8890
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Estudios Latinos

Resenas

Langlands, R., Exemplary Ethics in Ancient Rome, Cambridge, Cambridge University Press, 2018, 368 pp., ISBN: 978-1-107-04060-1

Soledad Correa

Universidad de Buenos Aires-CONICET, Argentina
Cita recomendada: Correa, S. (2020). [Revisión del libro Exemplary Ethics in Ancient Rome de R. Langlands]. Auster; (25), e064. https://doi.org/10.24215/23468890e064

En el presente volumen, Langlands (en adelante, L.) se propone trascender la visión tradicional en el ámbito de los estudios clásicos de la ejemplaridad romana como un recurso prescriptivo, acrítico y doctrinario utilizado por la retórica antigua meramente para ilustrar o dar vigor a un argumento. En efecto, la mayoría de los estudiosos han dirigido sus esfuerzos a analizar la función política o retórica que los exempla desempeñan en los textos antiguos y han soslayado la cuestión mucho más importante de su valor cultural. En cambio, este libro considera los exempla no como simples instrumentos de persuasión utilizados por políticos u oradores para adoctrinar o ejercer coerción sobre las masas, sino más bien como un recurso cultural compartido con el cual los diferentes miembros de la sociedad se comprometen activamente de diferentes maneras. Así, tras muchos años de enfrentarse con el problema de la ejemplaridad –una auténtica “bestia proteica”, en términos de L.–, y partir del examen de la literatura comprendida en el periodo aquí recortado (siglos I a.C. a finales del I d.C), la autora consigue extrapolar una “ética de la ejemplaridad” romana (Roman exemplary ethics) coherente y comprehensiva, esto es, una ética que está basada en el aprendizaje de y a través de ejemplos y modelos a seguir, un fenómeno que es a la vez histórico, filosófico, cultural, retórico y, fundamentalmente, literario. Asimismo, dejando de lado toda pretensión de exhaustividad, reconoce las limitaciones temáticas de su libro en dos aspectos: en primer lugar, no se ocupa de los exempla negativos; en segundo lugar, no trata en detalle las cuestiones de género que se dan en el marco de estructuras ejemplares. Entre los autores clásicos más discutidos por L. se encuentran Cicerón, Tito Livio, Valerio Máximo, Séneca el Joven y Silio Itálico.

El primer capítulo (“Roman Values and the Archetypal Exemplum”, pp. 16-46) constituye una clara explicación de lo que es un ejemplo arquetípico, ilustrado con los casos de Corvino, Mucio y Curcio, y explora los valores éticos asociados con este conjunto de historias. Un exemplum tiene una estructura narrativa muy simple que resulta fácil de recordar y contar. Para que sea fácil de memorizar, un exemplum incluye usualmente detalles peculiares y significativos, muchos de los cuales pueden ser fácilmente visualizados por el oyente, y a menudo provocar una fuerte respuesta afectiva (indignación, asombro o compasión). Asimismo, un exemplum involucra (supuestamente) a una persona real, que hace algo sorprendente o conmocionante (un acto de heroísmo o villanía) y, al presentarla en situaciones extremas, nos habla sobre la capacidad humana y sus límites. Una cuestión importante señalada por L. es que incluso las más simples narraciones ejemplares ponen en juego tensiones éticas, en tanto exponen grandes preguntas sin ofrecer necesariamente soluciones definitivas. La magia de los exempla es compleja y elusiva: la de una narrativa cautivadora que tiene una fuerte carga moral y un elevado estatus cultural en el contexto romano, pero que provoca deliberaciones y debates éticos y, al mismo tiempo, establece parámetros claros dentro de los cuales tales debates pueden tener lugar. En el segundo capítulo (“The Special Capacity of Exemplary Stories”, pp. 47-66), L. sostiene que las historias ejemplares poseen una especial capacidad para comunicar complejas ideas éticas, que serían difíciles de comunicar de manera efectiva de otra manera. Esta tesis de L. desafía una idea muy arraigada en la bibliografía moderna, donde los exempla son presentados como un tipo de historia cerrada con un significado rígido y predeterminado. Por el contrario, la autora sostiene la capacidad que los exempla tienen para ser reinterpretados y redesplegados en diferentes contextos y de adquirir nuevos significados a lo largo del tiempo (“multivalencia serial”, en términos de L., esto es, flexibilidad). Al mismo tiempo, la “multivalencia simultánea” es lo que permite que los exempla romanos contribuyan y alienten lo que la autora denomina “pensamiento controversial”. Por lo tanto, lo que confiere valor a los exempla es el balance entre su naturaleza directiva y su carácter abierto para ser interpretados y aplicados a nuevos casos particulares. De esta manera, no hay que pensar a los lectores romanos o a los agentes morales que se comprometen con ellos como víctimas ingenuas de un discurso opresor y coercitivo, sino como intérpretes activos e interesados de historias cautivadoras, cuyo significado investigan e intentan aplicar a sus propias vidas y desarrollo moral. El capítulo tercero (“Exploitation, Participation and the Social Function of Exempla”, pp. 67-85) busca contrarrestar la idea prevalente de que los exempla son necesariamente un modo prescriptivo y autoritario de impartir educación moral. En efecto, la dinámica de la ética ejemplar es mucho más compleja de lo que los modelos verticales asumen, pues no obtura la capacidad de ser agente, la resistencia, la exploración, la reflexión moral y la transformación moral. A diferencia de M. Roller,1 quien adhiere a un modelo de ejemplaridad polarizado entre “explotadores y explotados”, L. propone pensar este sistema en términos de participantes en la ética ejemplar. El cuarto capítulo (“The Experience of Learning from Exempla”, pp. 86-111) indica el particular modo en que los exempla romanos inspiran y enseñan al evocar una respuesta emocional, a menudo utilizando el asombro y el horror para atraer al aprendiz. Asimismo, alientan la comparación e instilan un deseo de competir y emular a otros a fin de alcanzar las cualidades de excelencia que se ven manifiestas en individuos ejemplares. Los rasgos clave de la ejemplaridad romana que se destacan aquí son la imitación creativa y el pensamiento crítico, que aseguran que siempre exista un grado de autonomía permitida para los participantes. De esta manera, la imitación ética (imitatio o aemulatio), elemento clave en este proceso de aprendizaje, tiene mucho en común con la imitatio literaria, tan practicada y teorizada en la literatura antigua, que enfatizaba la independencia y la creatividad involucradas en la reelaboración de las ideas y las palabras de los predecesores literarios. El concebirla dentro de este marco permite a L. rescatar la “imitación” del prejuicio posclásico prevalente que tendía a verla como un proceso conservador y mecánico y que, en el mismo sentido, concebía a los exempla como una herramienta de aprendizaje vertical, prescriptiva e inflexible. El quinto capítulo (“Multiplicity, Breadth, Diversity and Situational Sensitivity in Exemplary Ethics”, pp. 112-127) apunta un principio crucial del funcionamiento de la ejemplaridad romana, a saber, la sensibilidad a las circunstancias individuales o “sensibilidad situacional”, que involucra la capacidad de juzgar cuáles son los requerimientos específicos de la propia situación cuando uno está tomando una decisión moral, es decir, sintonizar el propio comportamiento con las exigencias del momento. En efecto, la virtud puede manifestarse de manera muy diferente en circunstancias diferentes y un comportamiento que es adecuado en un determinado momento puede no ser correcto en otro. Este capítulo también explora el importante papel desempeñado por la multiplicidad en la ética de la ejemplaridad romana. Por ejemplo, la yuxtaposición en textos individuales o dentro de la tradición de una gama de ejemplos diferentes que se relacionan con las mismas cualidades morales ayuda a subrayar la diversidad situacional, al igual que impulsa debates donde las historias chocan entre sí o se matizan unas a otras. El sexto capítulo (“Working Consensus around Roman Exempla”, pp. 128-140) considera los exempla romanos como un recurso ético compartido alrededor del cual se ha establecido un consenso de trabajo (working consensus) dentro de la comunidad (consenso que continúa estableciéndose y corrigiéndose a lo largo del tiempo) en torno a lo que la historia ejemplar significa y cuán valiosa es. De esta manera, los exempla eran puntos de referencia compartidos que permitían el desarrollo de discusiones en toda una gama de niveles diferentes, desde un aprendizaje epistemológico básico sobre las virtudes a una exploración de alto nivel filosófico. El séptimo capítulo (“Indeterminacy of Exempla: Interpretation, Motivation and Improvisation”, pp. 141-165) muestra cómo dentro de este consenso de trabajo siempre había lugar para un grado de indeterminación en el significado, es decir, el significado de cada exemplum no era fijo sino más bien flexible y abierto a la interpretación y reinterpretación. Las historias ejemplares transmiten diferentes significados en contextos diversos y son utilizadas para comunicar distintos mensajes morales en apoyo de argumentos disímiles. Un importante punto que se prueba en este capítulo es que las afirmaciones que las fuentes antiguas hacen sobre las motivaciones de los héroes juegan un papel sumamente importante a la hora de guiar la evaluación del lector respecto del valor moral y el significado del acto heroico. Por último, L. sugiere que esto último bien podría estar relacionado con habilidades que los jóvenes romanos aprendían con el arte de la declamación, en tanto poner a prueba y explorar posibles motivaciones es una habilidad clave propiciada por la declamatio. El octavo capítulo (“Sites of Exemplarity: Referentiality, Memory, Orality”, pp. 166-186) se inicia con el simple problema de que en la literatura que sobrevive de la antigua Roma los exempla usualmente aparecen no como una narrativa completa, sino como referencias más breves. Asimismo, incorpora la noción de “sitio” (site) de la ejemplaridad, que no involucra una locación física, ni siquiera un medio conmemorativo particular, sino un ámbito más abstracto de la memoria y de la imaginación. Se trata del campo de referencia al cual el lector u oyente puede recurrir cuando encuentra una alusión a una historia o figura en particular. Por otro lado, los sitios de la ejemplaridad no implican algo estático, pues hay que tener en cuenta su naturaleza siempre cambiante dentro de una cultura, al igual que el hecho de que pueden desaparecer sin dejar rastros. Dentro de la cultura romana un sitio de ejemplaridad constituye no tanto un punto de referencia como un campo heterogéneo de referencia, cuyo terreno está siempre en cambio. El noveno capítulo (“The Dynamics of Cultural Memory: Forgetting, Rupture, Contestation”, pp. 187-205) explora algunas de las consecuencias de conceptualizar las tradiciones que rodean los exempla individuales como sitios de la ejemplaridad dentro de la memoria cultural romana. En particular, considera los procesos de cambio que sufren tales sitios (incluyendo la corrección y el olvido) y su significado para nuestra comprensión del contexto más amplio dentro del cual operan los autores latinos. La cultura en sí misma no recuerda el suceso tal como lo habría hecho un individuo, sino que crea un repertorio de “remediaciones”, esto es, nuevas versiones, que ayudan a sostener el conocimiento del suceso para los miembros individuales y a establecer que la conmemoración compartida del suceso resulte culturalmente importante. Entre los ejemplos de “remediaciones” en el contexto romano se encuentran los monumentos, las obras de literatura, las procesiones funerarias y las máscaras de los ancestros con sus rótulos. Todos estos elementos son piedras de toque para el recuerdo comunitario que regularmente refrescan la memoria y permiten compartir en forma oral e informal el conocimiento y las respuestas al sitio de la ejemplaridad. El décimo capítulo (“Changing Sites of Exemplarity: Two Case Studies”, pp. 206-225) toma dos sitios particulares de ejemplaridad como casos de estudio (el caso de Mucio y el menos conocido caso del “esclavo sonriente” quien fue torturado hasta morir por los cartagineses) a fin de explorar los mecanismos específicos a través de los cuales las historias eran construidas y enmendadas a lo largo del tiempo. El análisis que L. hace de estos dos casos muestra los cambios sociales que tuvieron lugar durante el siglo I d.C., tales como el énfasis en la lealtad personal en detrimento del énfasis en el patriotismo y en el autosacrificio, el ensalzamiento de la virtud doméstica y de la virtud que contiene en sí misma su propia integridad y no necesita reconocimiento oficial. Vemos entonces que emergen temas tales como la resistencia al poder y un movimiento hacia una inclusión social mayor en la ética de la ejemplaridad que permite que surjan nuevos tipos de héroe, incluyendo esclavos y mujeres. Esto da lugar a nuevas posibilidades para el ejercicio de la virtud, a nuevas arenas para el heroísmo y a nuevos tipos de actos considerados ejemplares. El capítulo once (“Diachronic Overview of the Exemplary Terrain”, pp. 226-257) ofrece un panorama de todo el ámbito ejemplar desde mediados de la República hasta finales del siglo I d.C., trazando los cambios más amplios que tuvieron lugar a lo largo del período. Estos cambios incluyen el desplazamiento de los exempla familiares aristocráticos a un marco comunitario más amplio, el incremento de la inclusión social y de la diversidad en las figuras ejemplares, el énfasis creciente en virtudes personales o humanas y también en escenarios domésticos para la virtud en lugar del campo de batalla. Asimismo, se intensifican los aspectos filosóficos antes que los patrióticos para el establecimiento de la virtud. Este capítulo también desafía algunos de los argumentos que existen respecto del cambio diacrónico, especialmente la idea de que el sistema de la ejemplaridad entró en decadencia en el siglo I d.C. Contra esta idea de deterioro, L. identifica rasgos persistentes de la ética de la ejemplaridad que los estudiosos a menudo han considerado como signos de cambio o crisis. En el capítulo doce (“Controversial Thinking through Exempla”, pp. 258-290) se desarrolla la idea central para la tesis general del libro de que los exempla eran fundamentalmente “controversiales”, es decir, su contenido y significado era lo suficientemente discutido dentro de la tradición como para invitar al debate y a la reflexión crítica. Si bien existía consenso sobre el valor ético de un exemplum en términos generales, su significado preciso se encontraba en gran medida indeterminado, lo cual contribuía a mantener la vitalidad de los exempla. El capítulo trece (“Literary and Philosophical Adventures in the Exemplary Terrain”, pp. 291-335) explora las estrategias literarias empleadas por los escritores antiguos para maximizar el potencial ético de las historias ejemplares tales como la organización de la estructura narrativa, los ecos textuales, la focalización, la presentación de voces de disenso, la dramatización de diferentes juicios y posiciones morales, al igual que el despliegue de debates escenificados.

Dado que todos los textos griegos y latinos citados a lo largo del libro se encuentran traducidos y, al mismo tiempo, se provee una introducción accesible a cada uno de los autores antiguos, las obras literarias y los hechos históricos aquí examinados, este libro resulta de interés para los especialistas y también para los no clasicistas en el campo de la filosofía, la literatura, la educación, la historia y los estudios folclóricos. En suma, se trata de un valioso aporte crítico que, al delinear los parámetros y características clave de la ética de la ejemplaridad romana, ofrece una sólida fundamentación para futuros estudios en esta área.

Notas

1 Roller, Matthew B., Models from the Past in Roman Culture. A World of Exempla, Cambridge, Cambridge University Press, 2018.

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